La sombra era cuadrada detrás de las partículas inmensas.
La casa podría haberse vuelto sobre sí misma. Dentro de mi mano, se estrujaban las migajas de algo que alguna vez pensé, podía tocarse. No era tarde, más bien era la falta de costumbre al clima de descongelamiento. El líquido resbaladizo era lo más angustiante. Había que caminar con cuidado, midiendo cada uno de los pasos. Después esperar. O uno moría ahogado o el agua se escurría por entre las baldosas. Nada. Todo estaba en silencio. El tic tic del agua contra el agua. Expectante los ojos desesperaban.
jueves, 20 de diciembre de 2007
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4 comentarios:
Simpático espacio
Te visitaré seguido, si no te molesta.
Saludos.-
chiqui, te leo y no entiendo un carajo, pero sabete que voy pa'llá en un mes
espero verte
muy bueno este texto...
Mirá, si no es un video de tool, probá con un yogurt.
Paciencia, ya encontraremos algún amig@ con pileta para Enero!
Fla!
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