ayer cuando al fin nos sentamos en la vereda
de enfrente de la casa de mi abuelo
me ví a mí misma
entrando por esa puerta de madera,
de un lado el piano
gatos de un montón de colores,
y tres perros para jugar,
el mate de la tarde,
después del asado,
y de treparse a todos los árboles
y el tío quitando todos los hilitos
de la mandarina
sentado en el sillón celeste;
el silencio de la siesta
y un rayito de sol entrando por la ventana.
nos quedamos sentados un rato
mirándo las ventanas cerradas
por donde se veía el resplandor de una tele,
fue como repasar con birome
un dibujo gastado en lápiz,
hay cosas que desaparecen
pero que que te siguen esperando
adentro de la casa de mi abuelo José
hay algo que me hace feliz
puede que sean las ganas
que me quedaron de arrancar
más de esas flores que él plantaba
sólo para mí.
martes, 18 de agosto de 2009
tem per ley
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3 comentarios:
tenes un libto muchacha... vi que alguien hacia un comentario al respecto...
si escribiste uno...y ya que parece una aventura tan emocionante vagar por tu blogosaurio... no tendrias la amabilidad de pasarme el susodicho libro.
Por cierto, ni nos conocemos, ni nos vamos a conocer, pero vale la pena tener amigos en todos lados.
hola!, no no hay libros, pero pasate cuando quieras.! : )
no seas modesta..que yo lo tengo autografiado....jajajaja
DEVOLVEME MIS OJOOOOOOSSSSS
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