domingo, 29 de julio de 2007

mientras tanto



Conocí a Valeria una noche en la que no me importaba nada: ni mis ojos mal delineados, ni el collar transparente que había perdido. Fue verla para estrenar la sonrisa más dentada. Verla y beber la suma de nuestros pesos en litros de cerveza o gin tonic.
Entender un poquito más quien era yo; porque Valeria casi me escaneaba, me adivinaba el pensamiento. Fueron de las noches más afortunadas: reírme a carcajadas bajo las palabras. Entender porque lo cursi puede volverse exquisitamente loop.
Yo a Ravonne no lo conocí. Valería dice sí, que Ravonne existe. Fueron noches de acumulación de historias, de mientras tanto, de palabras dañadas por la tecnología.
Ahora puedo tocar la hojas, sopesarlas, y sonreír orgullosa y dejar que se me escape en la oscuridad de los aplausos un bonito lagrimón.




love love Valeria

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo love love you

bp dijo...

amiguita me engañaste como quinceaniera!!!!
lov lov
lov lov
te adoro ida y vuelta
hasta el cielo rebotín.
jajaj